viernes, 29 de junio de 2012

UNA PESADILLA PROGRESIVA.

 Como consecuencia del largo sueño espiritual en que el hombre en su pecado se ha sumido, los valores espirituales y morales declinan drásticamente. Hoy se atenta contra la vida de personalidades religiosas sin que interese su jerarquía, contra políticos y militares, contra ciudadanos de cualquier clase social, en cualquier lugar y a cualquier hora. El sádico y el ladrón hacen causa común, el secuestrador y el que estafa acechan, el especulador va de brazo con el avaro, el acomodado ve indiferente al pobre en su miseria. La anarquía ha pactado con la violencia y el mundo de las drogas cada día cobra nuevas dimensiones a pesar del esfuerzo para establecerle fronteras. Se invierten fabulosas sumas de dinero en armas súper poderosas, mientras el hambre se entrona.
 
Las naciones se lanzan a guerras fratricidas, entre tanto, otras se amenazan mutuamente, estas y muchas cosas más están a la vista y no pueden negarse, pero honestamente podemos preguntar: ¿Por qué todo esto? ¿No es el hombre una criatura inteligente, que puede enmendar su comportamiento? Decimos que su inteligencia es relativa ya que es capaz de pisar la luna, de construir los aparatos más sofisticados, transplantar con éxito el corazón y muchas cosas más, pero cuando se trata de buscar a Dios legítimamente, muestra su ignorancia extrema, buscándolo por variadas sendas y no por el camino único que revela la Biblia.

Millones se lanzan por la vía del ocultismo con sus variadas manifestaciones: en la astrología y su influencia (según ellos) en todo hombre, Cartomancia, (adivinación del futuro mediante cartas), Quiromancia (lectura de las manos), Onitomancia (por sueños), Radiestecia (pronóstico mediante vara o péndulo), Hipnotismo (para lograr datos por medio del psiquis, Mermerismo y su relación con magia blanca o negra, asimismo adoración a las almas de los difuntos, Hinduísmo, (la creencia en la reencarnación y otros conceptos), Budismo (la impermanencia o transmigración del alma: se nace, se vive, se muere para volver a vivir y esto eternalmente), el Satanismo (culto directo. y público a Satanás), o por la Cristiandad con mucha apariencia de piedad pero negando la eficacia de ella mediante sus hechos negativos, etc., etc,

Por estas sendas y otras, se encuentra el ser humano revelando así su ignorancia y su desprecio al verdadero camino, por donde puede salir de su innegable ruina, Nuestro Señor Jesucristo dijo: “Yo soy el Camino y la Verdad y la Vida, nadie viene al Padre sino por mí”, y dice el Espíritu Santo: “La sangre de Jesucristo, su Hijo (de Dios) nos limpia de todo pecado” (Evang. según San Juan 14:6, j9 Juan 1:7).

De modo que en Jesucristo nuestro Señor tenemos el único camino, y en su sangre, el único remedio contra el pecado, y en consecuencia la libertad gloriosa de esta larga cadena de maldad que constituyen esta progresiva pesadilla que vive actualmente la humanidad. Por lo tanto, Dios te dice: “Despiértate tú que duermes y levántate de los muertos, y te alumbrará Cristo”.


Autor: H. Gil R.                 Edición y Montaje: Obed Medina.

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